Si has pasado por periférico sur, más delante de la salida a Xochimilco, habrás notado una inmensa mole que -con muy mal gusto- pretende imitar edificios de tipo colonial.
Esa disneylandia región cuatro no es otra cosa que el Campus Ciudad de México del ITESM, en teoría, una de las instituciones educativas más respetables del país.
Resulta que durante el sismo un pasillo que conectaba dos de estos edificios se vino abajo lastimando a unas 40 personas y matando a cinco. Las imágenes son espeluznantes.
Al parecer, reportaron algunos padres de familia, ya existían daños al edificio causados por el sismo del 7 de septiembre, pero las autoridades de la institución no hicieron nada.
Llegó el terremoto y la tragedia sacudió al Tec. Luego de la desgracia y de un silencio preocupante por parte de las autoridades, padres de familia fueron convocados para aclarar cuestionamientos.
Contrario a lo que esperaban, ser recibidos por directivos y autoridades, tan solo se encontraron con maestros y coordinadores. Dicho de una manera más simple y más cruda: fueron recibidos por empleados de nivel medio.
¿El anuncio?
Qué las clases seguirán a partir del mes de octubre, pero a través de Internet.
Hablamos de que esta “institución” cuenta con varios planteles en la república y el área metropolitana, pero cuando los padres cuestionaron la razón de no enviar a sus hijos a estos, la respuesta fue de “tienen que ver si hay cupo”.
Es una de las escuelas más caras de México pero no tiene la capacidad de resolver de una forma lógica el asunto de que sus propias instalaciones colapsaron por estar mal hechas (y mataron a cinco personas). ¿Cómo es posible que la respuesta sea “clases en Internet”?
¿Pagaron los padres una fortuna para acceder a una tele-secundaria?
Según testimonios los maestros (empleados) trataron de endulzar el tema argumentando que, vía Internet, es mejor el proceso de aprendizaje sin embargo la pregunta sigue siendo la misma: ¿pagaron tanto dinero para tener entrada a una tele-secundaria?
Pero ¿lo peor de todo?
Que las colegiaturas se seguirán cobrando (si, no importa que las clases sean en una tele-secundaria) y no reconocerán pago a quienes se den de baja temporal ni regresarán el dinero a los que lo hagan de manera permanente.
En pocas palabras, a los directivos del ITESM les vale un reverendo pepino la vida y la salud de sus estudiantes; les importa un carajo que las clases se lleven a cabo vía tele-secundaria. Lo que realmente les importa es que los estudiantes sigan pagando las millonarias cuotas (no importa que algunos resulten muertos).
Una de las empleadas del Tec dijo de manera muy humana: “Nosotros no planeamos el temblor” a lo que uno de los padres reunidos le contestó: “Pero las instalaciones sí fueron planeadas por el Tec”.
Aquí la pregunta es: ¿Dónde diablos están las autoridades?